Me alegré muchísimo cuando una amiga me comentó que el cómic que estoy haciendo le recordaba a la mítica serie "Érase una vez...". Es obvio que se trata de una gran influencia y una referencia obligada para abordar gráficamente una historieta que se desarrolla en el interior del cuerpo humano. El tono amable y educativo de estos dibujos clásicos forman parte de la infancia de mi generación. Pocas veces he vuelto a ver una serie de animación tan centrada en la divulgación y el entretenimiento. Es algo que, o se ha ido perdiendo con los años o sencillamente no he sido capaz de disfrutar de otros intentos parecidos en televisión.
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